Todos hemos pasado por momentos en nuestras vidas en la que nuestra situación económica llega a un estado crítico y sentimos como si todo estuviera en nuestra contra, incluso llegamos a pensar que Dios nos abandonó y que no hay nada peor que nos pueda pasar porque sentimos que hemos tocado fondo.

Pero en realidad no es que Dios te haya abandonado o que la vida se haya ensañado contigo, las crisis económicas son una oportunidad de evolucionar, y hasta que no encuentres la enseñanza, no vas a poder superar esa crisis.

Por eso, cuando estés atrapada en una de estas situaciones de escasez de dinero, detente un momento, respira y dedica unos minutos a meditar para eliminar todas las perturbaciones y pregúntate:

¿Qué es lo que tengo que aprender de esta crisis económica? ¿Para qué estoy atravesando esta escasez de dinero?

Sé que cualquiera de nosotros puede sentirse identificado con esta situación, sin embargo te voy a compartir una historia que te puede ayudar a iluminar el camino en caso que llegues a pasar por un momento tan angustioso como este.

Hace un tiempo, uno de mis alumnos, quien gozaba de una muy buena posición económica y profesional, empezó a pasar por una crisis financiara al quedarse sin empleo y se sintió atrapado en una caída en picada que lo llevó al borde de la desesperación.

En medio de las sesiones de coaching, le sugerí lo mismo que te estoy compartiendo, medita y pregúntate ¿Qué tengo que aprender de esta situación?.

El siguió mi consejo y después de un tiempo de realizar las meditaciones que yo le compartía, sumado a “estar atento para analizar su creación, en lugar de sentirse víctima”, la respuesta llegó y vio con claridad cuál había sido el error que lo había llevado a esta crisis económica y por supuesto vió con claridad la enseñanza que tenía que aprender de todo esto.

Y la respuesta era sencilla:

Se le había presentado una situación de escasez de dinero para que pudiera hacer un pare en el camino y aprender sobre la humildad, ya que él no valoraba los esfuerzos que realizaba su esposa en el hogar y la hacía sentir desvalorizada.

Ella llegaba todos los días del trabajo a limpiar la casa, cocinar, atender los niños, lavar la ropa y correr con todas la actividades que un hogar demanda, pero mi alumno, no valoraba ninguna de estas actividades y se quejaba de que ella no hacía nada.

Sin embargo, cuando pasó su escasez económica se sumó al divorcio, y ahora era él quien debía llegar del trabajo y limpiar la casa, cocinar, atender los niños, lavar la ropa y realizar todas las actividades que un hogar demanda. ahí fue cuando se dió cuenta de lo duro que es hacer esto todos los días, y valoró la grandeza de su ex esposa.

En el momento que él me compartió esta reflexión y lo que había aprendido de esta crisis, le dije que se preparara porque en cuestión de pocos días su situación iba a empezar a mejorar.
Poco tiempo después me llamó muy contento y agradecido porque ya había encontrado un nuevo empleo y ya estaba saliendo de todas sus deudas y poniéndose al día con los pagos atrasados de facturas y recibos.

Es muy claro que la respuesta que mi alumno encontró no necesariamente va a ser la misma que tu encontrarás, pero esa respuesta no te la puedo dar yo ni ningún terapeuta, lo único que puedo hacer es guiarte para que busques en tu interior y encuentres esa enseñanza que debes aprender para salir de ese apuro.

Por eso mi consejo para que superes cualquier crisis económica es que empieces a meditar y te conectes con tu interior, porque en “EN EL SILENCIO ESTÁ DIOS”.

¡Déjame tus comentarios aquí abajo en el Blog y si deseas, te invito a compartir esta información con aquellas personas que tú consideres que les podría aportar valor en sus vidas.  ! Gracias!

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